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Música

Joe “Satch” Satriani hechiza con su nuevo “Shapeshifting”

Satriani muestra su gran variedad estilística que le ha llevado a cambiar su forma de tocar sus guitarras para adaptarse a las melodías y ritmos…

 

Satriani muestra su gran variedad estilística que le ha llevado a cambiar su forma de tocar sus guitarras para adaptarse a las melodías y ritmos creados en la historia que envuelve a cada una de sus nuevas canciones, hecho que ha motivado una atmósfera más atractiva y excitante durante el proceso de grabación en uno de sus discos – sin duda alguna – más introspectivos.

Este nuevo trabajo de Joe Satriani me parece de lo mejor que ha editado el gran guitarrista maestro de maestros en los últimos años, en dura pugna quizá con el magnífico ‘Unstoppable Momentum’ de 2013. ‘Shapeshifting’ refleja que Satch está en uno de los momentos más creativos de toda su carrera, técnicamente la destreza y el virtuosismo que le caracteriza encuentran en estas canciones un grado de desarrollo sorprendente y todo nos hace que su horizonte de evolución no conoce límites.

Pienso que hay dos claves que explican la inmensa calidad que atesora este álbum, dos ejes en torno a los cuales se ha estructurado un trabajo en el que cada canción es todo un universo de sensaciones. En primer lugar, ‘Shapeshifting’ es un retrato objetivo, preciso y amplio de todo lo que es Joe Satriani como guitarrista y compositor. Dicho de otra forma, en ‘Shapeshifting’ vas a escuchar y a reconocer guiños, detalles, elementos de ‘Flying In A Blue Dream’, de ‘Crystal Planet’, de ‘Is There Love In Space’, y de la práctica totalidad de álbumes que jalonan su discografía. Un disco que se puede definir como un compendio de su estilo como músico de estudio.

En la otra mano, es al mismo tiempo un trabajo sumamente innovador, en el que lleva a su terreno lenguajes musicales en el que hasta hace poco tiempo resultaba difícil imaginarle y en el que su instinto innovador, más allá por supuesto de su talento musical, le lleva a adentrarse en sonidos e influencias teóricamente lejanas y ajenas a su background con un resultado final sobresaliente.

En ‘Shapeshifting’ tenemos tres tipos de temas. En un primer bloque, podemos señalar un grupo de canciones típicamente hard rock – heavy metal, en las que nos encontramos al Satriani más tradicional, a ese Satriani que se recrea en su propia fórmula rockera y metalera.

Dentro de ese bloque quiero señalar entre los mejores en primer lugar el tema-título del álbum, “Shapeshifting”, que se abre con una batería trepidante, atronadora, unas líneas de bajo muy densas, muy gruesas, que abren paso a unas guitarras por un lado muy del Satriani de los 90, en medio de transiciones instrumentales muy jazzísticas en las que de nuevo cobra protagonismo el bajo y una guitarra que evoluciona más hacia un sonido más cósmico, más del Satriani de ‘Crystal Planet, con sus característicos juegos de vibrato. En esta línea, otro verdadero cañonazo es “Big Distortion”, hard rock muy crudo que gira sobre un riff muy básico, pero muy penetrante. Tiene un ritmo groove muy especial, muy atractivo y una base de ritmo pétrea, voluminosa, densa. Ha sido el segundo single del álbum y ese final atmosférico vuelve a traerme a la memoria ‘Crystal Planet’. El que fue primer single extraído de este trabajo, “Nineteen Eighty” es toda una gozada. Vacilón, marchoso, muy rockanrollero y hasta con un aire southern rock que me cautivó desde la primera vez que lo escuché. Cerrando este bloque de rocks más fuertes, ‘Spirits, Ghosts & Outlaws’, muy heavy, guitarras muy recargadas, base de ritmo muy potente y solos de guitarra de los mejores de todo el álbum.

Hay un segundo bloque en el que Satch opta por unas composiciones mucho más relajadas, baladas y medios tiempos sobre los cuales fluyen a partes  iguales sensibilidad, lirismo y sentimiento junto a esa vena más experimental, que en estos temas no obstante aparece solo como potencialidad. A destacar en este sentido “All For Love”, una balada que me trae ecos del Gary Moore más bluesero, “Teardrops”, que comienza de manera muy básica, casi minimalista, aunque evoluciona in crescendo introduciendo más coros de guitarra y añadiendo más presencia a la base de ritmo hasta casi convertirse en un himno. “All My Friends Are Here” es un medio tiempo baladístico con un leve aire blues, evocador y como contraste, guitarras muy distorsionadas, similar a “Waiting”, en la que cobra no obstante un gran protagonismo el piano.

Y finalmente, esos temas más experimentales, en los que Joe Satriani explora nuevas posibilidades sonoras y propone piezas mucho más complejas musicalmente. Aquí las llamadas a estar según mi punto de vista entre las más apreciadas de ese disco son “Falling Stars” que empieza lenta, como una balada muy standard, aunque a medida que evoluciona, gana en dureza y va desde el funk metal al rock progresivo. ‘Ali Farka, Dick Dale, An Alien And Me” se inicia con un ritmo que se sugiere arabesco al principio, para entrar luego en un tema muy experimental, “Here The Blue River” es un reggae – ¡sí! ¡un reggae!- pasado obviamente por el filtro de su imaginación y la pieza que cierra el álbum, “Yesterday’s Yesterday” es Joe Satriani llevado a las costas y montañas de Irlanda, comenzando como un himno, con whistle, para seguir transformándose con ese sugerente y melódico aire folk celta en una canción que rebosa inspiración de principio a fin.

47 minutos de magia, energía y experimentación. El genio creador de Joe Satriani en uno de sus trabajos más completos y originales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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