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Música

Los Pirañas, “Historia Natural” un plato tropical psicodélico y picante en estado de ebullición constante

El tercer álbum del power-trio bogotano Los Pirañas se cuece en las viejas sensaciones de la adolescencia eléctrica de sus integrantes pero al fuego bajo de la experiencia acumulada

Puede ser un requisito o puede ser una ventaja y una mayor oportunidad para lograr algo mejor, el hecho que los integrantes de un grupo o de una banda, compartan más que el gusto y la pasión por hacer música. La posibilidad que un grupo, un trio, o sin importar el número de integrantes que tenga, haga música de mayor calidad o simplemente con más sentimiento y sentido, es mayor cuando entre sus integrantes existe algo más que compartir simplemente el gusto por hacer música; cuando se comparten las perspectivas sobre qué y cómo debe ser la música conceptualmente, cuando se comparte parte de la vida, ahí, la posibilidad de lograr algo mejor es mayor.

Esta es la gran ventaja y posibilidad que ha tenido el trío colombiano Los Pirañas. A lo largo de sus vidas, de sus proyectos y de sus carreras, Eblis Álvarez, Mario Galeano y Pedro Ojeda no sólo comparten amor por hacer, escuchar y explorar la música. Esta la han compartido juntos en términos generales, lo que escuchaban cuando jóvenes, entre ellos lo compartían y lo difundían, y esto porque igualmente también comparten parte de sus vidas juntos.

Amigos desde el colegio, época en la cual empezaron a sentir especial interés por la música además de compartirla y buscar e indagar mucho más sobre lo que les gustaba. Quizá esta pasión compartida desde muy jóvenes y además el tener un entorno social y familiar entre ellos ha sido el detonante clave para que este trio de bogotanos resultara haciendo de la música su profesión.

Igualmente compartieron lo que puede ser uno de los momentos más trascendentales de la vida, la época universitaria y adolescente. En ese momento todo lo que conocieron y aprendieron en la academia probablemente colaboró para que Mario, Pedro y Eblis compartieran también una mayor perspectiva ya conceptual sobre la música. Ya no era esta emoción juvenil por escuchar y vivir la música, sino explorarla y desarrollarla a su modo. De manera específica la música tropical, folclórica colombiana y latinoamericana.

HUMOR, CONTRACULTURA Y VANGUARDIA

Como un ejercicio académico y a su vez una respuesta ideológica y rebelde frente a lo que acontecía por esos días en Colombia y en Bogotá en tema musical, nació como proyecto el Ensamble Polifónico Vallenato, que tenía como idea explotar, explorar e incluso dar a conocer y de algún modo satirizar la música tropical colombiana; específicamente, como dice su nombre, el vallenato.

Las ideas y las visiones que este trío tenía sobre la música desde ese momento eran contestatarias y poco entendidas por los académicos donde el proyecto EPV inició, pues allí el enfoque profesional para estudiar música era sinfónico o de jazz. Se puede decir que el Ensamble Polifónico Vallenato tampoco era una propuesta para la ciudad de ese entonces. Hablamos de 1998 aproximadamente, cuando en Bogotá se escuchaba y se vivía el hip hop, el punk, el rock y el pop de la época, y en su gran mayoría sonidos urbanos. Nada que ver con lo que el trío (junto a otros personajes) proponían.

Desde este -uno de sus primeros proyectos juntos – estaba clara la ironía, la sátira y sobre todo el humor con el que se referían a la música colombiana. Por un lado, porque apenas se estaban acercando a ella; y por otro, por todo lo que acontecía en la ciudad en cuanto a música. Sin embargo no era sólo humor sin razón alguna; a esto se le sumaba un inconformismo e incomodidad frente a lo citadino y lo pop. La intención era realmente hacer algo extraño y distinto en todo el esplendor de la palabra.

Cuentan ellos, que el EPV no fue muy bien recibido, pues para muchos fue una burla, un mal chiste sobre la tradición y cultura musical colombiana (a la cual poco prestaban atención realmente). Pero de manera subjetiva en el proyecto si hay una gran dosis de humor. Igualmente es notable la intención de experimentar, y buscar conexiones entre lo tradicional, lo tropical y la música con la que crecieron y con la que estaban rodeados en la academia.

FRENTE, MERIDIAN Y ROMPERAYO

El EPV quedó en algunas grabaciones ‘ocultas’ que tuvieron luz hasta el año 2014 en un disco editado y lanzado por el sello Staubgold de Alemania. Después de este curioso proyecto y varios años más de estudio, investigación, fiesta y, por supuesto, más trabajos musicales, nació la principal agrupación liderada por uno de los protagonistas de este artículo: Eblis Álvarez y su particular grupo los Meridian Brothers.

El eje central de este trío de amigos, compañeros, colegas, casi hermanos, creadores, músicos, es la música latinoamericana y colombiana folclórica y tropical, desde luego. Cada uno la ha interpretado y adoptado a su modo personal para la creación de distintos y múltiples lanzamientos musicales.

Eblis, luego del EPV, tuvo una educación y un encuentro con la música mucho más contemporáneo, clásico y académico. Lo cual generó nuevas ideas y nuevos y distintos proyectos, principalmente, Meridian Brothers. Grupo que al principio, con su particularidad, tenía un sonido guiado hacia lo clásico y el avant-garde, con tintes – muy disimulados al principio- de música colombiana. Con los años, esa «colombianidad» ha destacado más la influencia de distintas músicas colombianas en sus discos. Pero en este grupo hay un detalle especial que se mantiene desde el Ensamble Polifónico Vallenato, y basta con leer las letras y los nombres de las canciones de Meridian: el humor, la sátira y la ironía.

Mario Galeano mucho más cercano a la cumbia, creó y dirige Frente Cumbiero, un proyecto -se puede decir- multidisciplinario, pues va desde DJ set (de vinilos de la gran colección musical colombiana de Mario), hasta un súper grupo que reunió a Mad Professor con distintos músicos y artistas colombianos como Li Saumet y Alerta Kamarada, entre otros. El lenguaje claro en Frente Cumbiero es la cumbia y la progresión de la cumbia como conexión de toda Latinoamérica.

Romperayo es el proyecto de Pedro Ojeda, en el cual explora y juega con la percusión, bajo, samples y cortes de música tropical colombiana y latinoamericana Pedro crea e improvisa nueva música. Este inició como un proyecto solista, él, su set de percusión y los samples; ahora también es un cuarteto en el cuál a veces participa Eblis. E igualmente en sus canciones existe una dosis de humor. Esto como otro eje central entre estos tres personajes.

LOS PIRAÑAS

En el desarrollo e impulso de las nuevas músicas colombianas, dentro de las cuales destacan nombres como  Pernett, Sidestepper, Systema Solar, Bomba EstéreoVelandia y La Tigra. De algún modo el trío bogotano fue parte de algunas de estas agrupaciones, o al menos tuvo que ver con alguna de ellas, como una relación entre colegas. Y así como sucedió con el Ensamble Polifónico Vallenato, se reunieron Pedro, Eblis y Mario para volver a ser un contrapeso a esas nuevas músicas tropicales, creando algo que se salía de la estética común de la mezcla entre modernidad, tradición y tropicalidad, creando los estridentes Los Pirañas.

SIEMPRE UNDERGROUND NUNCA IN-UNDERGROUND

Juntos y en sus proyectos individuales, se han mantenido directa e indirectamente a la raya de lo comercial, de lo pop, de lo que es movido por las grandes industrias disqueras y de los grandes medios musicales. Aunque tengan éxito en Europa, Estados Unidos, y en general fuera de Colombia, siempre su espacio ideal es el underground, especialmente el underground bogotano. Incluso para ellos, y como lo han incluido en algunas de sus canciones, los barrios, los lugares que habitaron y habitan en Bogotá les es muy importante. Hay un arraigo especial por la ciudad y como ellos la han vivido.

Toques, eventos, shows, venues pequeños y medianos, son su ámbito, son su especialidad. No les interesa llenar estadios o grandes teatros. Les interesa que así sean pocos, estos pocos disfruten y les interese su música de verdad. Les interesa hacer gozar y bailar a su manera. Su primer álbum juntos como Los Pirañas fue grabado en un lugar de culto del under bogotano, Matik, con el cual tienen una especial y casi romántica conexión; diríamos, son tal para cual.

TOMA TU JABON KAPAX, 2012

Salió para irrumpir los trabajos musicales que de alguna manera se podrían consideran «serios» y sofisticados, que se venían dando en ese entonces en Colombia. Tanto los que sonaban en el país como sus demás proyectos. Desde lo recóndito de Bogotá, demostrando la improvisación e igualmente abanderados por lo tropical, lanzan el alocado y frenético debut con Mario en el bajo, Eblis en la particular guitarra y Pedro por supuesto en las percusiones, en 2012: Toma Tu Jabón Kapax, bajo el sello Festina Lente Discos.

Quizá para los mejores seguidores del trío bogotano y de su historia musical, este debut puede encajar muy bien como una continuación de lo que iniciaron con el Ensamble Polifónico Vallenato; un experimento extraño y ruidoso que juega con la música tropical y tradicional colombiana. Y así lo denominaron ellos, ruido tropical. Aunque hay referencias al garage rock, incluso al jazz, Toma Tu Jabón Kapax si suena extraño, si logra ser confuso, pero sobre todo logra ser emocionante y entusiasta, pues incita al baile, al movimiento, al juego y, por supuesto, al humor. Desde este debut, excluyendo una canción bonus, dejan claro en ser un grupo instrumental y los nombres de las canciones hablan por sí solos.

LA DIVERSION QUE HACIA FALTA EN MI PAÍS, 2015

Luego de tres años, entre lanzamiento de Romperayo, Meridian Brothers, Frente Cumbiero, incluyendo proyectos alternos que igual tienen que ver con Los Pirañas, como Ondatropica – grupo liderado por Mario Galeano y Quantic, donde participa Pedro Ojeda como baterista y muchos grandes músicos de Colombia-, el trío, lanzó su segundo disco llamado La Diversión Que Hacía Falta en Mi País.

Un álbum más “serio”, más elaborado, pues a diferencia del debut, fue grabado en estudio y no en vivo. Sin embargo la dinámica del ruido tropical continuó; ritmos bailables bajo distorsiones e improvisaciones de los tres, aunque para esta ocasión sumaban un detalle especial: algunas versiones libres de canciones populares como A 18 Minutos del Sol de Spinetta (una de sus más grandes influencias), Carruseles del Conjunto Miramar, la cual inspiró el concepto de todo el disco, y Sin Reacción del grupo Mutantex Medellín, un clásico del punk colombiano. La recepción de este disco fue mucho mayor y mejor que su primer álbum, quizá por el grado de “seriedad” con el que ya contaron para LDQHPEMP. Gran 2015 para Los Pirañas.

HISTORIA NATURAL, 2019

Imparables haciendo música, pasaron cuatro años llenos de giras, shows y más, para luego lanzar su más reciente producción, Historia Natural. Para entender el mundo de Los Pirañas es necesario conocer o al menos haber escuchado sus inicios, y nos referimos al EPV, a sus proyectos alternos y los demás alrededor de ellos. Pues Los Pirañas recogen no sólo lo que logran y crean en sus trabajos musicales aparte, sino sus influencias, sus vivencias y la experiencia musical que cada uno tiene. Desde su segundo disco es notable como el sonido de Los Pirañas, además de agrupar lo que cada uno realiza, también compila el sonido de sus influencias e ideas juveniles y académicas.

LA CONSISTENCIA

Así como Toma tu Jabón Kapax fue el inicio de este ruido tropical, también lograron con su debut dejar claro cuál era la intención y la idea general del trío. Lo mantuvieron durante su segundo disco y aún para este reciente tercer álbum, aunque más sofisticados, menos caseros, más preparados y elaborados, aún la idea central del ruido tropical, de ese sonido frenético, extraño, y bailable y que persiste.

En Historial Natural hay vivas referencias a fuzz rock, surf rock, garage rock y demás rock clásico latinoamericano. Se puede percibir más velocidad, incluso más que en el anterior disco. Nuevamente se encuentran en un estudio, ante lo cual Mario dice: la energía del trio en estudio es única; hay una comunicación y conexión tan natural y completa que mucho de lo que hacemos es improvisado. Y claro, como un grupo que ha compartido hasta gran parte de su vida, no va a poder lograr algo así tan bien compactado.

En términos generales el sonido de Los Pirañas no ha tenido grandes cambios a lo largo de estos años y de sus discos. Es decir que esa conexión  -tan notable- a la que Galeano se refiere, además de ese juego y de su clásico humor, siempre ha sido el espíritu de lo que hacen juntos, incluso diríamos que desde los tiempos del Ensamble Polifónico Vallenato.

Los Pirañas – Del Sol, A 18 Minutos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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